Ansiedad (del latín anxietas, ‘angustia, aflicción): Es una respuesta emocional o un conjunto de respuestas que engloba: aspectos subjetivos o cognitivos de carácter displacentero, aspectos corporales o fisiológicos caracterizados por un alto grado de activación del sistema periférico, aspectos observables o motores que suelen implicar comportamientos poco ajustados y escasamente adaptativos’. Wikipedia
Para mi, en cristiano, el ansia o la ansiedad por algo es una emoción enfermiza que si no es ‘consumida’ o satisfecha puede desembocar en otras emociones más negativas como la ira, el enfado, la autoagresión e incluso la violencia.
El ansia por la comida, tema que me toca vivir a diario con mis clientes, no es la raíz del problema sino la consecuencia de algo más profundo que nos perturba y que intentamos saciar (sin resultado positivo) a través de alimentos extremos, de alimentos que no deberían ser llamados como tal. Como nuestra ya consolidada y bien vista droga blanca que la encontramos escondida en muchos productos (algunos ecológicos o supuestamente llamados sanos): el azúcar.
A otros les da por paliar esta ansiedad con el sexo, el trabajo el alcohol, el deporte, el shopping, por morderse las uñas…Diferentes adicciones que provienen de la misma raíz: Falta de amor a un mismo y falta de amor recibido.
‘La adicción, en cualquiera de sus formas, es reflejo de necesidades infantiles no satisfechas. Y cuánto dinero, cuánta salud y cuánto placer nos estaríamos ahorrando si sencillamente nuestra madre nos hubiera llevado más tiempo en brazos y hubiese estado atenta a nuestros genuinos reclamos.
Las sustancias adictivas (azúcar, chocolate, café, alcohol, tabaco…) nos aportan seguridad, es decir, nos aportan ‘mamá’. Laura Gutman
Si, un ‘ansia’ adictiva que nos nubla, que nos ciega y que nos hipnotiza para así no responsabilizarnos de nuestros problemas, de nuestras enfermedades obsesivas, en definitiva, de nuestra vida.
La solución no es echarle la culpa a la industria alimentaria (parte de culpa tiene, por supuesto) ni a nuestra madre por no recibir su amor incondicional o su teta o por no habernos llevado a un buen colegio. Creo que debemos hacernos grandes y dejar de culpar a otros de nuestras carencias ya que está más que comprobado que ir de víctimas no es la solución porque es otra manera de autoagredirnos y, de rebote, agredir a nuestros familiares y personas cercanas.
Una muy buena amiga mía cuando le viene la ansiedad se cocina un paquete de 500 gramos de macarrones blancos con tomate (de una marca específica, sino no vale) y tres latas de atún. Una vez listo se lo come todo (si, todo de una sentada) directamente de la olla y en un tiempo récord. Se transforma, está como poseída. Esta era la comida que su madre maltratadora le daba a menudo de comer en su infancia. Hay veces que se lo prepara con antelación por si le ‘entra’ cuando menos se lo espera.
Me gusta este ejercicio que nos propone Caroline Myss: ‘Aplicar la percepción simbólica a los acontecimientos pasados le ayudará a hallar la joya en esas experiencias. Elija un hecho de su pasado que le traumatizó y replantéeselo. En lugar de decir ‘mi padre me humillaba cada vez que yo hacía algo que le disgustaba’, diga ‘un adulto que se sentía insatisfecho con su vida trataba de contrarrestar ese sentimiento humillando a las personas que le rodeaban’. Luego examine su vida y sus actos para observar si no estará usted comportándose de la misma manera que le traumatizó en su infancia’.
Cuando estamos en un momento de ‘crisis de ansia’ o cuando hay un brote de ansiedad nos convertimos en el monstruo de las galletas (nunca mejor dicho), necesitamos nuestro chute ya, de lo que sea, pero ya.
‘La carencia primaria incita a la compensación a través de la incorporación compulsiva de lo que sea, con tal de llenar la falta.‘ Laura Gutman.
Si estamos en casa abriremos la nevera o algún armario de la cocina para atiborrarnos de chocolate, galletas o tal vez a frutos secos grasientos y requemados (para gustos, colores). O tal vez nos dé por esa moda traída de Estados Unidos que es ponerse hasta las orejas de helado envasado en vaso de medio litro y zampártelo enterito por la noche (de pensarlo ya me congelo). Comemos, mejor dicho tragamos y engullimos con ansia, con desesperación (algunos a escondidas por sentirse culpables o avergonzados) y cuando ya nuestro cuerpo no puede más por la indigestión (tanto física como emocional) nos llega el remordimiento, la pena, la angustia, la tristeza y el ‘no valgo una mierda’ (perdón por la expresión pero creo que es la más explícita para estos casos).
‘La mayoría de los productos alimentarios actuales están fabricados de tal manera que no puedas contentarte con comer uno solo. Aditivos como el glutamato monosódico que se usa como potenciador del sabor, engaña al centro del apetito, anulando las señales innatas de saciedad’. Dr. C. Northrup.
Sé que muchos os veréis reflejados en lo que estoy contando. Sois muchos los que acudís a mi desesperados para que os ayude con vuestras ansias incontrolables y además, como ansiosos que sois, queréis que erradique vuestro problema en un plis plas, como por arte de magia, vamos, que me pasáis la papeleta y si no sale como queréis, pues la culpa es mía. Ojalá, por una parte, fuera tan fácil y sencillo pero no quiero mentir a nadie y soy sincera diciendo que esta ansiedad, esta emoción tan misteriosa y peligrosa es importante atacarla desde dos frentes: el alimenticio y el mental-emocional. Pero es este último el que realmente hay que cuidar y sanar. Así que ya podemos tirar todos nuestros dulces a la a basura y llenar nuestra despensa sólo de frutas, verduras y comida sana pero como no hagamos una buena limpieza mental-emocional caeremos de nuevo yendo al supermercado o a la pastelería más cercanos a por nuestra dosis de ingenuo, irreal y nada duradero amor.
‘El apego a la solución mágica es similar a la respuesta inmediata de leche o de brazos que hemos esperado siendo bebés, que hubiera compensado todas las carencias, que no hemos obtenido y seguimos esperando desplazadamente en la actualidad. Sólo dentro de la sensación de obtener inmediatamente lo que necesito, puedo tranquilizarme. Caso contrario, mi furia es desmedida.’ Laura Gutman
Así que cuando notes que por tu cuerpo llega de nuevo la ansiedad, para un segundo, respira, aleja tu mente por un momento y pregúntate qué te está pasando; qué necesitas realmente; qué tienes que solucionar en tu vida actual, en tu presente, en tu día de hoy. Tal vez sea tu trabajo, tal vez tu relación de pareja o un conjunto de todas ellas. Los cambios dan miedo, lo sé, pero a veces tenemos que enfrentarnos a esos miedos infundados y con valentía superarlos para así poder ser dueños de nuestra vida de nuevo. Tú eres el único que puede hacerlo. Deja de autoengañarte, date la libertad de mostrar tus emociones, déjalas aflorar ya que es la única manera de salir de tu prisión porque el único que tiene la llave eres TÚ. Puede que al principio necesites ayuda externa y eso está bien, acéptala con gratitud para así empezar a ser quien realmente eres: un ser excepcional con un gran potencial que desea con todas sus fuerzas poder desarrollar su creatividad.
‘La verdadera liberación de la programación negativa recibida de nuestros padres se produce cuando dejamos de negar que somos como ellos. Preguntarnos cómo nos sentimos, pensamos, actuamos y reaccionamos igual que nuestros padres es el comienzo de nuestra separación de ellos y de nuestro proceso de sanación (…) así que tu disposición a recordar y soltar tus ataduras emocionales a experiencias del pasado va a liberar la energía que te servirá para sanar.’ Niravi Payne
Salud y Buenos Alimentos.
Yo Isasi
nutricionencasa.com
Hola Yo
Me ha gustado mucho tu lectura. Llegué a ella buscando información sobre la ansiedad relacionada con los alimentos, tengo un hijo de 12 años con algo de sobrepeso desde los 8 años, a sus 7 años nos mudamos de país y esto generó muchos cambios, desde los 8 años hasta el momento ha estado siempre con 4- 9 kilos de más, varia mucho, en el colegio baja de peso en las vacaciones sube. Es muy ansioso a la hora de comer, especialmente en la noche, y come muy rápido. Sobre el tema de falta de madre\afecto, hay algo que pueda hacer para tranquilizar su ansiedad? Gracias
Hola Adriana, encantada de conocerte y bienvenida a la web. Debería conocer mejor su alimentación, sus hábitos sobre todo de alimentación desde que era pequeño y por supuesto cómo le han afectado esos cambios y cuáles son la emoción o emociones que predominan en él.
Una idea del tema de falta de madre/afecto la puedes encontrar en mi artículo ‘Mamá-Cereal, Papá-Proteína Animal’, aquí el link https://nutricionencasa.com/mama-cereal-papa-proteina-animal/
Sobre todo escúchalo para así saber qué es lo que necesita realmente y que supuestamente está ‘llenando’ con la comida.
Un abrazo grande.
Hola de nuevo! Puedo hacerte otra?. En tu opinión cuál sería un buen momento para comerse un dulce «sano» (sin azucar ni leche y todo eco) y darse un caprichillo?. Entre comidas?, de postre?. Últimamente me ha dado por hacer postres y cosas así y me entra la duda de cuándo hincarles el diente. gracias!
Hola de nuevo!!! Jjeejeje pues dependiendo del ‘dulce’ y de lo que hayas comido podría ser tomado de postre si las combinaciones son buenas sino es mejor dejarlo para tomarlo entre horas de almuerzo o merienda.
Un abrazo!
gracias, gracias, gracias!
A ti Joaquín! Me alegro de que te haya gustado tanto el post!!
Yo Isasi!!
Hola. Quería preguntarte…el pan (por supesto ecológico, integral y de levadura madre…) cuál sería una manera equilibrada de comerlo? Personas macrobióticas me han dicho que con ajo y aceite y otros en bocadillo de tofu y tempe. Tú qué opinas?. Muchas gracias.
Hola Joaquín! Pues con aceite de oliva virgen extra primera presión en frío genial! Con una tortilla de huevo ecológico también. Con tempeh bien cocinado (necesita 25 minutos más o menos de cocción) sería otra alternativa. Con un paté casero de lentejas (sin pieles) con alga kombu excelente. Con unas verduritas a la plancha con gomasio exquisito. Y así un montón de cosas ricas que tienes para poner encima de un buen pan de levadura madre y siempre es mejor que lo calientes antes de tomarlo para ayudar a una buena digestión. No soy partidaria de tomar tofu es muy expansivo, ‘frío’ y roba minerales entre otras cosas ya que es una soja no fermentada.
Un abrazo!
Hola Isasi,
te sigo desde hace tiempo, y siempre que vuelvo a entrar en tu sitio, me encuentro con una entrada que me toca muy dentro, como ésta. Te escribí hace tiempo porque soy una -ica de todo, de todo, y lucho, vivo y me desespero con ello.
Al mismo tiempo pensar que la persona que más me quiso y que, me crió lo mejor que pudo en unas condiciones muy duras, quedándose viuda, con una niña pequeña, en fin, pensar que ella es responsable de mi inestabilidad emocional y de todo lo «malo» que me pasa…no puedo dar ese paso. Sencillamente, no puedo. Tengo conocidas y amigas que lo hacen constantemente, pero yo no puedo. Murió hace casi cuatro años y la extraño.
Gracias por abrirnos «las mentes oxidadas»
Hola Mariate! Me alegro que este post haya abierto tu corazón y la mente. Dejemos de ser queji-cas, disléx-icas jejejej es broma pero creo que muchas de nosotras mujeres debemos reforzar más nuestro interior, nuestro instinto. Te recomiendo un libro que seguro que te encantará Mujers que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estés, un libro que con los cuentos nos abren la psique y el espíritu.
Un abrazo muy grande.
Y gracias por continuar leyendo mi web.
Me ha gustado mucho el artículo, gracias por compartir estas sabias palabras.
Gracias Milagros por tus palabras!
Un abrazo!
Muchas gracias Isasi!!!!
Muy buen artículo, un saludo!
Isasi
Fantástico artículo, maravilloso por su claridad y sencillez, siempre es lo mismo, la falta de amor y el quedarnos en la superficie, sin querer mirar nuestras otras partes para confrontarnos con ellas e integrarlas a través del amor, la aceptación, la comprensión y compasión sin juzgar, porque al fin y al cabo nos estábamos protegiendo, pero de la forma incorrecta.
ME ENCANTA TU WEB !!!
Hola Myriam! Gracias por tu aportación y por tus palabras!! Te paso este link por si no lo has leído que hablo más de lo mismo.
http://www.nutricionencasa.acupunturamenorca.com/nutricionencasa/wp//2013/02/09/amor-ciego-por-la-comida-ansiedad/#more-3618
Un abrazo!
Isasi, ya tenía ganas de leer un nuevo artículo tuyo; dices varias cosas que son muy ciertas. ¿Cuándo te refieres a que estamos buscando por ejemplo a nuestra madre quieres decir que la buscamos a ella expresamente ?, ¿o que cómo nuestra madre era la que nos solucionaba cuándo teníamos una necesidad , ahora queremos una solución en el momento como antaño? no lo he entendido bien. Saludos y gracias
Hola Mikele! Puede ser a tu madre física o al amor de cierta persona en concreto o que te sientes sola, desamparada y necesitas amor, cobijo….
Y si, todavía somos como niños que queremos que ese amor sea ‘entregado’ ya!
Un abrazo!
Me ha encantado!
Gracias.
No tengo más palabras…
Gracias a ti Martina!