No digo ninguna mentira y si, por casualidad, hay algún niño leyendo este artículo es porque ya está desarrollando su sistema nervioso (aprendiendo a leer) y tiene capacidad suficiente para comprender y saber que es imposible que tres abuelos con sus camellos y otro, más mayorcito y rellenito, vestido de rojo en un trineo volador vayan dejando regalos a todos los niños del mundo en una sola noche y, además, dejando a unos más regalos que a otros ya que muchas veces los niños escriben la carta a los Reyes y no les llega lo que les piden…
Estando en el colegio de pequeña, un día me enfadé con una compañera de clase y como la niña no conseguía salirse con la suya me dijo: ‘Pues, ¿sabes? ¡Los Reyes Magos son tus padres! ¡Cómete esa!’
Menudo drama, aunque yo en el fondo hacía años que lo sabía. Cuando llegué a casa le pregunté a mi madre si aquello era verdad y claro, la pobre no tuvo más remedio que decirme que si pero lo que a mi me dolió fue la mentira, sentirme engañada durante todos los años con esta falacia pensando que existían y dejándoles comida para los camellos y un pequeño refrigerio para recuperar fuerzas, la noche de Reyes.
Hubo un año que mis tíos me llevaron a la Cabalgata de Navidad en el centro de la ciudad y a la vuelta a casa mi madre me dice: ‘Qué pena, ¿sabes quién ha venido? El paje del Rey Baltasar que quería hablar contigo…’
¡¿Cómo?! Eso era imposible, pensé, pero si acababa de verlo con mis tíos…Llevaba un cacao mental que no me aclaraba…¿Volaban los camellos para su subir a mi casa que estaba en un tercero?, ¿cómo les daba tiempo llegar a todas las casas del mundo y además siendo ya tan mayores?, ¿por qué nunca me trajeron el coche teledirigido que pedía año tras año y a mi vecino del cuarto si?
Y ya no sólo con los Reyes Magos, no podemos olvidarnos del Ratoncito Pérez. Recuerdo que una tarde de verano mi padre, a su salvaje e inocente manera, me terminó de arrancar un diente de leche enrollándolo en un hilo y haciendo un nudo para luego pegar un estirón…vi las estrellas pero estaba tan entusiasmada esperando la llegada de este ratonzuelo que el dolor era lo de menos. Pues bien, esa noche mientras supuestamente dormía, mi padre vino a mi cama y dejó una moneda debajo de mi almohada…otra decepción más en mi lista de ilusión y fantasía infantil. Como se puede comprobar escribiendo estos recuerdos, tanto los Reyes Magos como Papá Noel como el Ratoncito Pérez están relacionados con el dinero.
Este artículo no es para hacer la puñeta ni a los niños ni a los padres sino que es un mensaje claro de que creo que debemos ser honestos con los más pequeños ya que ellos mismos, a cierta edad, saben que esa barba de Papá Noel del centro comercial es falsa y que el color de la piel del Rey Baltasar es puro betún. Sé que es importante tener una infancia llena de ilusión, fantasía y diversión pero creo que hay otras maneras de conseguirlo ya que toda esta parafernalia se ha ido de madre y aquí hay más consumismo y negocio infantil que otra cosa. Siento que es importante que seamos sinceros desde el principio con nuestros hijos, que vayamos por la verdad por delante y nos dejemos de reyes y ratoncillos falsos para dar paso a otro tipo de relación padre/madre-hijo más auténtica. Estamos creando caprichosos niños consumidores insatisfechos e insaciables, niños ‘lo quiero todo ya’, niños que se aburren en seguida de sus nuevas adquisiciones, que no disfrutan de lo que tienen y envidian lo de sus compañeros. Con lo bien que nos lo pasábamos con unas canicas o unas chapas de refrescos o con una tiza para pintar en el suelo del patio del colegio…Todo ha cambiado, esta sociedad consumista está haciendo que luego estos niños sean unos adultos inmaduros ya no sólo a nivel económico o material sino también emocional, nunca estarán contentos con lo que tengan, siempre querrán más. Insatisfacción insatisfecha.
Tengo muy claro que a mi hija no le voy a decir que estos señores existen, nada más lejos de la realidad, ya que prefiero que disfrute con otras cosas como un buen baño en el mar viendo peces con sus gafas y aletas, llevándola a una granja y que disfrute de las vacas, los caballos o simplemente dar un paseo por el campo disfrutando del atardecer y de los animalillos del bosque. Pues pensándolo bien, prefiero decirle que existen hadas en el bosque a que existen reyes con disfraces horrendos mal vestidos.
Pues eso, espero que quede claro que mi postura es más bien una manera de despertar a, nosotros, los adultos. A ser conscientes de que nos han metido, estos señores de arriba, una serie de tonterías, que, encima para colmo, se llevan muchos millones todos los años a costa de nuestros hijos. Pues eso, ni los Reyes Magos existen y Papá Noel menos, que este señor viene de a saber dónde. Unos buenos payasos sería mucho más divertido y con más aliciente. Aquí me quito el sombrero por Miliki.
Salud y Buenos Alimentos.
Yo Isasi
nutricionencasa.com
Intetesante lo que dices, aunque nada de acuerdo, y una duda, porqué todos los comentarios que tienes en este artículo son positivos en favor de tu opinión?
Hola Daniel! Porque los demás son comentarios no aptos para mi web ya que el insulto y la mala educación no están permitidos en mi web. Así que hoy, Noche de Reyes, cierro comentarios ya que está visto que este artículo ha sacado la mala leche y la irracionalidad de muchos adultos en vez de haber servido para crear un bonito debate. Está claro que ha tocado la sensibilidad de muchos ‘niños interiores’.
Un abrazo!
Yo Isasi
Pie yo tengo 12 años y mis padres me lo dijeron el año pasado.
Yo desde los 10 años sospechaba algo pero bueno… yo se lo decía a mi madre y me decía cosas a si como «quien te ha dicho esa mentira» o «entonces este año no te van a traer nada»
mi hermano de 8 años sabe algo de eso porque le extraña que una viejos puedan recorrerse el mundo en una noche.
Pero mis padres y yo estamos siempre diciéndole que es que hay pajes y estan por zonas
Tambienes le extraña que puedan abrir las puertas de las casas y los padres siempre con «la llave maestra»
Me decepcione cuando me lo dijeron y me puse triste porque pensaba que ya me estaba haciendo mayor y había perdido esa maravillosa ilusión de acostarse pronto los días 5 de enero para que puedan venir y de ir a la cabalgata y ver a los reyes magos
Eso es mi comentario
Kisses?
Yo cuando era niña y lo descubrí no me sentí mal, ni siquiera perdí la ilusión, lo que de verdad me dolió era que mi familia me estaba mintiendo, y encima de una manera tan materialista. En mi opinión creó que esos tres tíos disfrazados con unas capas y coronas, ese invento de coca cola rojo y esa rata que te regala dinero, se vayan por ahí. Porque de toda la vida han sido los reyes magos que le regalaron oro incienso y mirra a Jesus y San Nicolás y no se porque en esta sociedad materialista tienen que cambiarlo.
Yo no tengo nada en contra de los Reyes Magos. Es más: soy bien mayor y estoy convencido de que existen. No es necesario que sean seres más o menso reales que llegan montados en dromedarios. Es su esencia la que nos llega cuando somos pequeños, o no tan pequeños, a través, normalmente, de nuestros padres. No tengo las más mínima duda. Y me siguen haciendo tanta ilusión como de pequeño.
Saludos a todos.
Susana me encantó tu comentario y lo comparto. Creo, como lo dice el artículo, que ciertamente los niños están siendo el objetivo #1 del mercado, y por supuesto eso incluye a los Reyes Magos. En mi caso, crecí esperando el día de reyes, no tanto por los juguetes sino por su magia. Yo al contrario de todo estos comentarios, me siento muy agradecida por haber disfrutado de mi niñez rodeada de un mundo mágico, no me sentí jamás engañada sino todo lo contrario, muy feliz de saber el esfuerzo que hacían nuestros padres por que ese día fuera tan especial. Ahora que soy madre me doy cuenta de todo lo que ello significa, no es un engaño puesto que «cuando dejas de creer ya no ocurre» eso me decían mis padres, esa era mi mejor defensa contra niños que ya no creían en los reyes, en la magia, como Peter Pan… Yo entiendo que hay que hablar a los niños con la verdad y se sitúen en su mundo, de hecho mi trabajo soy activista y defensora de derechos humanos, ¿pero es qué tenemos que hacerlos tan adultos desde pequeños? Ellos mismos cuando estén listos lo sabrán, lo cuestionarán, es parte de crecer.
Tuve la dicha de crecer sin esas mentiras, pero cuidado, hay que darles a los hijos argumentos para defenderse porque hoy ser un salmòn nadando contra la corriente cuesta.
Saludos.
Gracias Sandra por tu aportación!
Un abrazo
Yo Isasi
es una estafa igual cuando te haces ilusion de que te va a tocar la loteria y te decepcionas sin nada.y con la crisis que hay la familias en paro y los niños pidiendo cien mil cosas demas personas que no tienen nada.que hay gente en paro.
Igual pasa en los concursos de la tele que nos dicen que nos va a tocar y luego nada.
Yo tengo 23 mis reyes ya no tienen gracia .veo a mi primo de 2 años y me revienta que sus padres le mimen de todo y ellos lo celebren tambien . Pero no son mayorcitos teniendo 30 años y teniendo .La gente sige diciendo reyes y que te han traido los reyes me preguntan la gente bueno ya soy mayorcita para que me sigas diciendo reyes.?Hay que ser realista y dejar de decir reyes que ya se que no existen y que los regalos salen del dinero mis padres.Yo ahora he encontrado trabajo y no voy a estar teniendo reyes si se que no existen. si ellos vuelven a la ilusion de que hay reyes que vuelvan. Me parece estupido decirlo feliz feliz reyes pero si son los padres narices no tienes porque decir reyes se dicen regalos de navidad .cuando se entere mi primo que disgusto Yo ya no tengo paso no hace ilusion un autoregalo que importancia tiene un regalo si en tu casa tienes miles de cosas . Cuando tenga un hijo sobrino no voy a compartir su ilusion .
Gracias por tu artículo, Yo. Me pasa como a Sushi, que creía que era una suerte de bicho raro… hace unos 30 años. Bien es cierto que mis hijos tenían regalos ese día, pero siempre he odiado mentirles, es como tratarlos de imbécilies.
Una anécdota: cuando mi hija mayor tenía 3 ó 4 años, solía estar un rato con ella antes de dormirse y solía contarle un cuento o cantarle alguna canción, o charlar un poco. Cuando se acercaba la fiesta de Reyes, claro, ella veía, oía a sus primos, hizo algún comentario al respecto y aproveché la ocasión para decirle que la fiesta era como celebrar un cumpleaños. Le conté que mucha gente creía que los Reyes habían llevado regalos al niño Jesús y que ahora, los padres lo celebrábamos dejando regalos a nuestros hijos. Y que algunas personas se disfrazaban de reyes, como cuando se hace teatro. Bueno, pues después de todo el rollo, que siguió con atención, me dice: ¿y cómo hacen los reyes para saber dónde vive cada niño y cómo entran en las casas si no tienen llave?:-D
De algún modo, me di cuenta de que quería creer, hay una edad en que todo pensamiento es mágico, pero nunca jamás me sentí obligada, ni con ella ni con los otros tres, a decirles con gran sigilo, como hicieron conmigo A LOS 10 AÑOS, el gran secreto. Puedo asegurar que me sentí totalmente ridícula.
Felicidades para todos los lectores de esta estupenda página, y en especial para ti.
Gracias Susana por tu comentario!! Y por saber escuchar a los más pequeños. Nuestros hijos si que son seres especiales, muy especiales y quieren ser tratados con mucho amor, lealtad y sinceridad.
Un abrazo muy grande y espero que disfrutes de la web!
¿Quien no se acuerda de la decepción sufrida cuando descubrió que no existían los Reyes?, quizás la primera de nuestras vidas, pero yo quiero darte un punto de vista positivo de esas pequeñas mentiras históricas.
Desde que los abuelos empezaron a tener ese título…»abuelos», la Navidad se convirtió en casa, en algo especial. Cada miembro de la familia adquirió un protagonismo. La abuela anunciaba el inicio de la fiesta con su canción de Navidad al piano, vosotros aguardabais ese momento en una cola que iba creciendo con los años, cogidos cada uno de la cintura de su primo mayor.
Lo de menos eran los regalos de Papá Noél.
Lo importante era que todos estábamos juntos, cada uno participando a su manera.
Los tíos y el abuelo tenían su partidita de poker por la tarde y las tías, la abuela despejaban el salón para que comenzasen los teatrillos, los play-back, los disfraces…en fin para disfrutar del día de Navidad.
Gracias Espe!! Pues si, gracias por recordarme los buenos momentos de esos encuentros…eso si que era una reunión de familia auténtica!! Me encantaban! Y recuerdo poco de los regalos que nos tocaban pero mi hermana, si que los recuerda ya que un año se decepcionó porque le trajeron una cocinita y lloraba porque nos decía que no salía agua del grifo jejejee. Momentos inolvidables que han quedado en nuestros corazones. Pero una cosa tengo que dejar clara: Todos sabíamos (pequeños y más pequeños) que esos regalos no eran de Papá Noel sino de los abuelos, bueno, mejor dicho, de nuestro Abuelo.
Un abrazo muy muy grande y felicidades a todos los abuelos!!!
Hoy entro en facebook y esto es lo primero que leo : «En el @colegio_alameda hoy es un día especial ¡vienen los Reyes Magos! ¡No hay nada mejor que la ilusión de los más pequeños! #meencanta»
Pero es que estamos tontos??? cómo le decimos a los niños que vienen los reyes el día 20 de diciembre y que vuelven a venir la noche del 5 al 6! Pues eso que los tontos somos nosotros y no ellos que en el fondo lo saben y sólo jugamos con su ilusión y es una pena que dicha ilusión la hagamos girar en torno a lo material cuando lo que realmente les ilusiona y hace felices y queda grabado para siempre son los momentos en los que los padres les prestan atención real, les acompañan a un partido, les cuentan un cuento, en definitiva les regalan su amor que es lo único que todos necesitamos.
Así que estoy contigo, dejemos de engañar a nuestros hijos a cambio del negocio del consumismo de esta sociedad.
Saludos y feliz compañía familiar a todos!!!
Muchas gracias por tu comentario!!! Estoy de acuerdo contigo.
Un abrazo y felices siempre, sea lo que sea y cuando sea!
Yo Isasi
Primeramente, felicitarte por tu web, ya que es la primara vez que dejo un comentario, me parece muy interesante y estoy empezando a seguir tus consejos. Muy bien quienes les digamos a nuestros hijos de primer momento la verdad, mi hija tiene 20 meses y nunca le contaré esas mentiras, ya que a mi siempre me han dicho la verdad y siempre he estado agradecida por ello. Saludos.
Gracias Silvia por tu comentario y por leer la web! Espero que la disfrutes y saques provecho.
Un abrazo muy grande.
Totalmente de acuerdo.
A mi todavía me entra cierta tristeza el día de reyes (uno, porque casi nunca me traían lo que yo pedía (y a mi amiga sí, mis padres trabajaban los dos y no tenían tiempo de ir a ninguna juguetería de las afueras de Oviedo a tiempo), y dos porque cuando me enteré de la verdad sentí que mis padres me habían estado mintiendo, además tengo mucho primos pequeños y descubrir la verdad era sentirte apartada, ni te reías con los adultos ni disfrutabas con lo pequeños, luego de más mayorcita aprendes a mentir a tus primos, cosa que no me gusta nada).
Es la sociedad de «me lleva la corriente», nadie se para a pensar, sólo a consumir y a cubrir con regalos de colores fosforitos y sonidos estridentes a niños que lo único que quieren es que sus padres pasen más tiempo con ellos, no los ignoren y los alimenten con calma y respeto.
Tú hija tiene mucha suerte.
No se si te acuerdas de mi, te leía y te pedía consejos en verano :), ahora trabajo (cuidando a mi sobri) y tengo tiempo a leerte de vez en cuando.
Un abrazo
Hola Cristina!! Gracias por seguir leyéndome y por tu comentario. Espero que seamos cada vez más los que les digan a sus hijos la verdad.
Un abrazo muy grande y me alegro de que tengas trabajo!
Cuídate!
Muy bien dicho. Y yo que pensaba que era la única que me había indignado por semejante mentira que me estuve tragando año tras año! De verdad, cuando descubrí que los reyes eran los padres lo primero que me vino a la cabeza fue la absurda pantomima de la noche anterior de dejar galletas y vino para los reyes y agua para los camellos. Y las numerosas ocasiones en las que questioné aquel cuento y mis padres se desvivieron en continuar con el engaño «por no quitarme la ilusión»…. a MI? sería a ellos!!!
Creo que si algún día tengo hijos, que lo dudo, seré incapaz de participar en ese engaño. Prefiero ahorrar ese dinero y llevarmelos de viaje para que vean mundo. Eso si que enriquece y sirve para algo. No como creer en seres esotéricos que no existen y que fomentan el consumismo.
Un saludo
Hola Sushi!! Totalmente de acuerdo con tu comentario!! Si, si, mucho mejor que vean mundo y sepan disfrutar del ‘paisaje’ sin señores mal disfrazados.
Un abrazo muy grande y gracias por seguir leyéndome.