Se ha creado la fama de que todo españolito de clase media toma sus vacaciones solamente en agosto. Lo que se supone que sería un mes para descansar del bullicio, el trabajo, el estrés y la presión y tomarse la vida con más calma para reencontrarse con uno mismo, acaba yendo a los sitios más concurridos, es decir, playas atiborradas de gente (¿dónde está Wally?), restaurantes que no hay ni un hueco para sentarse y lo único que te ofrecen es fritanga, hoteles saturados donde el descanso es imposible porque tu cama está pegada a la del vecino (ya lo vivimos diariamente en nuestra propia casa) y oimos todos sus trejes y manejes. Sería un mes para desconectar y en cambio acabamos más estresados que en invierno. [Read more…]