¿Cómo podemos mejorar nuestro cuerpo sintiéndonos bien y ligeros?
Lo primero de todo es dejando o substituyendo el azúcar. Este edulcorante adictivo además se encuentra escondido en muchos alimentos donde no sospecharíamos que estuviese, incluido en los productos ‘light’ o los promocionados ‘sin azúcar’ o ‘tolerado para diabéticos’.
Se puede encontrar bajo el nombre de: sacarosa, maltosa, dextrosa, maltodextrina, almidón de maíz, almidón o fécula de patata, sirope de maíz, glucosa, extracto o fibra de remolacha, fructosa, lactosa, melaza, levulosa, isoglucosa, polioles, siropes, el E-15 0. ¡La lista es interminable! El azúcar blanco crea un déficit de vitaminas sobre todo del grupo B, de minerales, robando calcio y magnesio y oligoelementos. Cuando se metaboliza produce residuos ácidos que para neutralizarlos el cuerpo roba el calcio de nuestros huesos. A los niños les salen caries y los mayores pueden sufrir artritis, artrosis, osteoporosis, diabetes… Debilita el sistema inmunitario favoreciendo el aumento de bacterias, parásitos y hongos creando infecciones como la persistente cándida.
Al ingerir grandes cantidades que no podemos procesar se convierten en grasa aumentando el colesterol y problemas cardiovasculares. Como su absorción es muy rápida nos crea un estado de hiperactividad y euforia (hiperglucemia) y bajamos al cansancio y a la desgana (hipoglucemia). Estas alternancias alteran el sistema nervioso y nos vuelven irritables, agresivos y con debilidad general. Y es que nos nos damos cuenta que lo que comemos tiene mucho que ver de cómo nos sentimos y pensamos.
Los niños más golosos serán hiperactivos (cariño, este niño no para y a mí me va a dar algo…), disminuirá su concentración y tendrán un alto riesgo de contraer diabetes.
¿Cómo podemos sustituir el azúcar blanco por un edulcorante natural sin adultar, lleno de vitaminas y minerales?
– El azúcar de caña integral o de rapadura (ir con cuidado, ya que muchas empresas aprovechan la nueva moda coloreando el azúcar blanco). Para saber si un azúcar integral es auténtico, dejad una cucharada dentro de un vaso de agua y al sacarla si ha quedado el agua oscura y el azúcar casi blanco significa que era un azúcar integral falso. Os recomiendo las variedades de Comercio Justo. De todas maneras no sería la mejor alternativa ya que integral o blanco sigue siendo azúcar.
– El sirope de arce que no sólo sirve de ayuno sino también para endulzar cualquier cosa.
– La melaza de arroz, no endulza tanto pero es excelente para controlar los niveles de glucosa. Es la que suelo recomendar, la más equilibrada en todos los sentidos.
– La estevia, se extrae de una planta del Paraguai y ahora la comercializan y promocionan para los diabéticos. Una clienta me ha pasado este artículo sobre la estevia http://joseppamies.wordpress.com/2011/12/06/stevia-o-truvia-el-engendro-de-coca-cola/ Para resumirlo nos dice que: La estevia que nos venden en comprimidos, líquida o en polvo deja mucho que desear ya que sólo hay un 20% de estevia y un 80% de eritritol (polialcohol que aumenta la glucosa en sangre de los diabéticos) y saborizantes naturales desconocidos. Del 20% de estevia no hay ninguna cantidad de steviósido, el único componente edulcorante de la estevia con propiedades medicinales. Así que, ojo al dato, ya que lo que nos llevamos a casa no es Stevia Rebaudiana Bertoni sino un engendro llamado Truvia que sólo lleva un componente de la estevia llamado Rebaudiósido con efectos secundarios.
– El sirope de ágave que tampoco suelo recomendar a las personas con estómagos delicados ya que suele causar diarrea pero lo venden como otra alternativa más al azúcar blanco.
¿Y qué soluciones químicas tenemos’?
E-951 o aspartamo: Se encuentra en las bebidas gaseosas ‘light’, productos para diabéticos y también forma parte de la sacarina.
E-952 o clicamatos: Se encuentra en muchísimos productos, incluido en los yogures. Por favor, leer bien las etiquetas. Está prohibido en muchos paises desde los años 70 pero en España continúa vigente.
E-954 o sacarina: Muy popular. Puede encontrarse sola o acompañada de las dos anteriores. Es muy peligrosa. Está prohibida en Francia y en Canadá, siendo obligatoria advertir al consumidor de su riesgo en los Estados Unidos. Sospechosa de pontenciar agentes cancerígenos. Añadida a muchos productos lácteos.
Y muchos más edulcorantes artificiales y químicos que los encontramos en cualquier producto que diga ‘sin azúcar’. Casi todos los productos de la ‘dietética’ endulza con estos químicos.
Leamos las etiquetas, aprendamos qué es lo que comemos, evitemos toda esta química.
Seamos conscientes de nuestro cuerpo, de sus reacciones, de lo que necesita realmente en cada momento. Tenemos que cuidarlo y mimarlo, es el único que tenemos. Sólo nosotros tenemos el poder de cambiar, o mejor dicho, de regresar a lo auténtico, a lo verdadero.
Antes de despedirme, quiero decir, que ya todo lleva azúcar. Y sí, digo todo. Todo alimento procesado en su elaboración ha sido endulzado: té, café, jamón ibérico, embutidos, cerveza, alcohol (whisky, vodka, ginebra…), vino (todo tipo de vino, desde el más barato hasta el más caro), pan…
Más información actualizada sobre el azúcar, la fructosa y endulzantes ‘alternativos’ aquí.
Salud y Buenos Alimentos.
Yo Isasi
www.yoisasi.com