‘Pasa el tiempo volando…‘, una frase que me viene como anillo al dedo desde que convivo con un bebé. Ya son nueve meses que se han pasado más rápido que mi embarazo y eso que los días empiezan pronto (algunas veces a las cinco de la mañana ya estamos en pie) y muchas noches todavía las pasamos en vela.
Seguimos dando teta pero la curiosidad de mi hija ha hecho que ya le haya dado a probar de mi comida, como ya comenté en otro artículo. Lo curioso de ella es que le encanta deshacérsela bien en su boca. Le doy trocitos de pan de centeno germinado que ella saborea como si fuera un caramelo; y le encanta el mijo y el arroz integral con verduras, primero masticado por mi. Y lo que me encanta, y a ella seguro que también, es cómo se pringa toda su cara y sus manos con comida ya que coge su cucharilla de bambú y, claro, a veces no acierta.
‘Los niños de pecho suelen preferir comer lo mismo que come su madre, y no otros alimentos especialmente preparados para ellos. No es necesario triturar los alimentos.
El principal objetivo de la alimentación complementaria es que los niños se vayan acostumbrando gradualmente a la alimentación normal de los adultos(…)Si no se les permite probar y experimentar, si por rapidez, o para que coman más cantidad y no se ensucien, recurrimos a sujetarles las manitas para que no estorben y meterles nosotros la cuchara en la boca, probablemente tardarán unos años en comer solos.’ Dr. Carlos González. [Read more…]