Amamantar a tu hijo. Una experiencia única.
‘La leche ha de salir de la mujer, no entrar en ella. Cuando se invierte el flujo, el sistema energético da marcha atrás y todo queda bloqueado’.
La leche materna se adapta a las necesidades del recién nacido: la composición varía en cada mujer y, en la misma mujer, en el curso de semanas, del día e incluso durante una misma toma. La leche materna es sangre de la madre surgida en el cuerpo y convertida en las mamas en un líquido más dulce y menos salado. La formación de leche en las mamas es similar a un proceso de fermentación. Al principio, el bebé absorbe el calostro (líquido grueso amarillento) con alto contenido en calorías, anticuerpos, linfocitos y macrófagos, que es segregado por el pecho durante los primeros días que siguen al parto. Se le considera una transición entre la sangre de la madre y su leche. El calostro ayuda como laxante para expulsar el meconio (heces presentes en el intestino del feto antes de iniciar sus funciones); está compuesto por azúcares y es un alimento con alto contenido energético y de inmediata digestión. Su función es desarrollar el aparato digestivo del bebé, mantener la energía, es decir, vencer la lucha contra el frío, eliminar la biliburrina, la urea y el anhídrido carbónico reforzando su sistema inmunitario. No hay que asustarse ya que el bebé perderá un poco de peso durante los primeros días hasta que empiece a recibir la leche martena. [Read more…]