Un lugar bastante concurrido a diario, y del que no he hablado, es el de las gasolineras que ya no sólo sirven para repostar gasolina sino también para ‘repostar el buche’ y sacarnos unos eurillos demás.
Como un día cualquiera fui a la gasolinera habitual, coloqué mi coche en el lugar que tocaba para llenar el depósito y después me dirigí a caja donde para pagar tienes que pasar por la tienda. Mientras hacía cola inspeccionaba el local: periódicos de todas las nacionalidades, revistas de todos los colores (sobre todo del corazón), diferentes marcas de aceites y utensilios para coches y mi parte preferida, la alimentación, si, aún tienen la poca vergüenza de poner el cartel de ‘alimentación’ en sus estantes. Intenté ver si encontraba algún alimento o producto que yo pudiera comprar para tomar y ya os podéis hacer una idea, no encontré nada, ni el agua, ya que las marcas que tenían eran de aguas tratadas. Eso sí, la tienda de la gasolinera tiene mucho colorido por todos los envoltorios chillones de las guarrerías que venden y al igual que la bebidas refrigeradas. Esperando mi turno me di cuenta que toda persona que iba delante de mi para pagar la gasolina había cogido una chocolatina o pan de chicle supuestamente recién hecho en sus microondas (más info en el Pan nuestro de cada día, hay dos partes) o refresco de colores ya casi fluorescentes con gas o la simple bolsa de snacks atiborrados de sal industrial…En fin, sin darnos cuenta inconscientemente o conscientemente sientiendo culpabilidad, volvemos a caer en la basura que nos ofrecen. [Read more…]