Si nuestra pelvis renal se dilata más de lo normal se crea un lugar idóneo para el desarrollo de infecciones sobre todo cuando llevamos una alimentación desequilibrada.
Cuando tenemos una infección urinaria es por la presencia de bacterias en la orina que inflaman los tejidos del tejido urinario. Puede localizarse en el riñón y pelvis renal (pielonefritis), uréter (ureteritis), vejiga (cistitis) o uretra (uretritis). Antes de que las bacterias ‘malas’ se apoderen de nuestro organismo existen varios mecanismos muy inteligentes por parte de nuestro cuerpo para intentar eliminarlos: El vaciado completo de la vejiga las tira o arrastra hacia fuera; el pH de nuestra orina se opone al crecimiento de muchos gérmenes (por su elevada concentración de urea y amonio); las contracciones de la vejiga evitan que el reflujo se produzca; el movimiento de contracción y expansión de la pared uretral. [Read more…]